Zapatos.- Restivo dice que zapato ingresa íntegramente como zapato al guaraní. Guasch idem Montoya. Ortiz Mayans dice además calzado.
A japo sapatu.
A sapatu apo.
Hago zapatos.
Sapatu py pytéra.
Suela de zapato.
Sapatu apohára.
Zapatero.
Sapatu apoháva.
Instrumento de hacer zapatos.
Sapatu mbovyvyháva.
Hilo con que se cose.
Tajasu ràgué sapatu resyvöháva.
Cerdas.
Sapatu apytïháva.
Correa.
Sapatu py pyte joapy.
Zapatos de dos suelas.
Sapatu py pyte peteï.
De una suela.
I jyke yvy rüngá.
Viras.
Sapatu pycupe.
Empella.
Sapatu pyñuä.
Talones.
Sapatu py apy.
La punta del zapato.
Sapatu py y cu'ái.
La cintura del zapato.
She pycupe òpý she sapatu.
Apriétame el empeine.
I pyñuä i ñyvy'ï.
Bajos de talón.
Guasch :
Sapatu pe.
Sandalias.
Sapatu ñëmühá.
Zapatería. (Showroom)
Ortiz Mayans :
Sapatu tuja.
Calzado viejo.
Sapatu mondehá.
Calzador.
A monde she sapatu.
A moï she sapatu.
Me pongo mis sapatos.
Sapatu ñe monde.
Calzarse.
O monde i sapatu.
Se calza su zapato.
Peralta y Osuna :
Sapatu apohára.
Zapatero.
[Nde sapatu re .
"Las cosas de tus zapatos", para el caso que sea una exclamación -sorpresa ante un objeto visto directamente, o por intermedio de un relato- tan vieja como el Paraguay, ofrecemos el siguiente punto:
Montoya llegó por primera vez a Asunción en 1.607 o 1.608. "La ciudad" no cumplía aún cien años, y la gente española que estaba entonces era toda, o casi toda, hijos y nietos de los expedicionarios de Mendoza y de Cabeza de Vaca. Y estaban ahí viviendo un amargo proceso de deconstrucción del Oro y sus fábulas-desafíos -el Rio de la Plata, la Sierra de la Plata, El Dorado- para de alguna manera enfrentar las nuevas circunstancias de un destino mucho menos brillante además de ignorado y hasta de fracaso para el contexto general del Imperio español. Sobre este punto, Montoya cuenta -en el discurso de un extenso texto presentado como instrumento a un expediente administrativo en la Corte de Madrid que más tarde se convirtió en el libro conocido con el título editorial Conquista Espiritual del Paraguay, sobre la cuestión jesuitica portuguesa de los años 1.636-1.639- algunas impresiones sobre Asunción, una de las cuatro ciudades del Paraguay, pero con las otras tres asoladas por los de San Paulo. (Asunción) Tiene vecinos menos de 400 -después de las sangrías que significaron principalmente las fundaciones de Buenos Aires, Corrientes, Santa Fe y Santa Cruz de la Sierra y a más de otras "ciudades" fallidas en el tiempo-, no tiene minas ni corre dinero alguno. La principal moneda que como plata corre es la yerba que llaman del Paraguay. Hay oficiales de todos los oficios mecánicos y los usan, pero ninguno se tiene por oficial, por haberlo aprendido cada uno para usarle en su casa, y aunque el zapatero haga zapatos públicamente, no quiere que le tengan por zapatero, alegando que con su ingenio alcanzó aquel oficio, queriendo con esta metafísica ocurrir por una parte a su necesidad, y por otra conservar la nobleza que heredaron de sus antepasados, que toda fue gente noble.]
Sapatu mbovyvyháva.
Hilo con que se cose.
Tajasu ràgué sapatu resyvöháva.
Cerdas.
Sapatu apytïháva.
Correa.
Sapatu py pyte joapy.
Zapatos de dos suelas.
Sapatu py pyte peteï.
De una suela.
I jyke yvy rüngá.
Viras.
Sapatu pycupe.
Empella.
Sapatu pyñuä.
Talones.
Sapatu py apy.
La punta del zapato.
Sapatu py y cu'ái.
La cintura del zapato.
She pycupe òpý she sapatu.
Apriétame el empeine.
I pyñuä i ñyvy'ï.
Bajos de talón.
Guasch :
Sapatu pe.
Sandalias.
Sapatu ñëmühá.
Zapatería. (Showroom)
Ortiz Mayans :
Sapatu tuja.
Calzado viejo.
Sapatu mondehá.
Calzador.
A monde she sapatu.
A moï she sapatu.
Me pongo mis sapatos.
Sapatu ñe monde.
Calzarse.
O monde i sapatu.
Se calza su zapato.
Peralta y Osuna :
Sapatu apohára.
Zapatero.
[Nde sapatu re .
"Las cosas de tus zapatos", para el caso que sea una exclamación -sorpresa ante un objeto visto directamente, o por intermedio de un relato- tan vieja como el Paraguay, ofrecemos el siguiente punto:
Montoya llegó por primera vez a Asunción en 1.607 o 1.608. "La ciudad" no cumplía aún cien años, y la gente española que estaba entonces era toda, o casi toda, hijos y nietos de los expedicionarios de Mendoza y de Cabeza de Vaca. Y estaban ahí viviendo un amargo proceso de deconstrucción del Oro y sus fábulas-desafíos -el Rio de la Plata, la Sierra de la Plata, El Dorado- para de alguna manera enfrentar las nuevas circunstancias de un destino mucho menos brillante además de ignorado y hasta de fracaso para el contexto general del Imperio español. Sobre este punto, Montoya cuenta -en el discurso de un extenso texto presentado como instrumento a un expediente administrativo en la Corte de Madrid que más tarde se convirtió en el libro conocido con el título editorial Conquista Espiritual del Paraguay, sobre la cuestión jesuitica portuguesa de los años 1.636-1.639- algunas impresiones sobre Asunción, una de las cuatro ciudades del Paraguay, pero con las otras tres asoladas por los de San Paulo. (Asunción) Tiene vecinos menos de 400 -después de las sangrías que significaron principalmente las fundaciones de Buenos Aires, Corrientes, Santa Fe y Santa Cruz de la Sierra y a más de otras "ciudades" fallidas en el tiempo-, no tiene minas ni corre dinero alguno. La principal moneda que como plata corre es la yerba que llaman del Paraguay. Hay oficiales de todos los oficios mecánicos y los usan, pero ninguno se tiene por oficial, por haberlo aprendido cada uno para usarle en su casa, y aunque el zapatero haga zapatos públicamente, no quiere que le tengan por zapatero, alegando que con su ingenio alcanzó aquel oficio, queriendo con esta metafísica ocurrir por una parte a su necesidad, y por otra conservar la nobleza que heredaron de sus antepasados, que toda fue gente noble.]
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